Las actividades de team building desempeñan un papel fundamental en el fomento de la colaboración, la confianza y la camaradería entre los empleados. Sin embargo, el reto consiste en incorporar estas actividades de team building a los horarios de trabajo habituales sin causar interrupciones en la productividad.
En este artículo, compartimos estrategias prácticas que las organizaciones pueden emplear para integrar perfectamente las actividades de team building en los horarios de trabajo habituales, garantizando un equilibrio armonioso entre el desarrollo del equipo y la productividad.
Cómo integrar las actividades de team building en los horarios de trabajo habituales
1) Actividades breves y frecuentes
En lugar de organizar largos talleres de team building que consuman toda una jornada laboral, opta por actividades breves y frecuentes. Estas actividades pueden tener lugar durante las reuniones semanales o quincenales del equipo o integrarse en las rutinas diarias.
Los ejercicios rápidos para romper el hielo, los juegos de team building o incluso unos minutos para compartir actualizaciones personales pueden tener un impacto significativo en la unión del equipo a lo largo del tiempo, sin sacrificar las horas de trabajo.
2) Formación de equipos a la hora de comer
Las pausas para comer ofrecen una excelente oportunidad para participar en actividades de creación de equipos sin que ello afecte a las horas de trabajo habituales.
Anima a los miembros del equipo a comer juntos de vez en cuando, ya sea en el lugar de trabajo o en restaurantes cercanos. Este tiempo puede aprovecharse para mantener conversaciones informales, conocerse unos a otros y establecer conexiones más allá de las discusiones relacionadas con el trabajo.
3) Retos orientados a las tareas
Integra la formación de equipos en el flujo de trabajo habitual, incorporando retos o proyectos orientados a tareas concretas.
Por ejemplo, crea equipos interfuncionales para abordar un problema concreto o inicia una competición en toda la empresa que fomente la colaboración. Estas actividades no solo refuerzan los lazos del equipo, sino que también contribuyen a resolver retos empresariales reales, añadiendo valor a la organización.
4) Creación de equipos virtuales para trabajadores remotos
Para las organizaciones con equipos remotos o distribuidos, las actividades de creación de equipos virtuales son esenciales.
Lleve a cabo sesiones de creación de equipos en línea, seminarios web o juegos de videoconferencia que faciliten la interacción y el compromiso del equipo. Las actividades virtuales pueden programarse durante los descansos o al final de la jornada laboral, lo que permite a los miembros del equipo participar sin interrumpir su horario de trabajo.
5) Retiros de equipo y reuniones fuera de la empresa
Aunque los retiros de equipo fuera de las instalaciones requieren más planificación y compromiso de tiempo, pueden ser muy eficaces para la creación de equipos.
Programa estos retiros estratégicamente durante los periodos más tranquilos de la empresa o como recompensa por alcanzar hitos específicos. Si se planifican con suficiente antelación, los equipos pueden garantizar una interrupción mínima del trabajo habitual y, al mismo tiempo, obtener valiosos conocimientos y experiencias del retiro.
6) Combinar la formación con el team building
Integra elementos de formación de equipos en programas de formación o talleres que ya formen parte del programa de trabajo habitual.
Por ejemplo, comienza o termina las sesiones de formación con ejercicios de creación de equipos, o incluye actividades orientadas al equipo que refuercen el contenido de la formación. Este enfoque maximiza el valor tanto de la formación como de los esfuerzos de team building.
7) Capacitar a los empleados para liderar
Anima a los empleados a tomar la iniciativa en la organización de actividades de team building. Permite que individuos o grupos planifiquen y ejecuten actividades que se ajusten a los intereses y preferencias del equipo. De este modo, se fomenta el sentido de pertenencia y el entusiasmo de los empleados, lo que conduce a un mayor compromiso durante las actividades.
8) Mide el impacto y los comentarios
Evalúa periódicamente el impacto de las actividades de creación de equipos y recaba opiniones de los miembros del equipo.
Utiliza encuestas o debates informales para medir la eficacia de las actividades y su impacto percibido en la cohesión del equipo. A partir de estos comentarios, realiza ajustes y mejoras para garantizar que las actividades futuras se ajusten mejor a las preferencias y necesidades del equipo.
Conclusión
Integrar las actividades de creación de equipos en los horarios de trabajo habituales es un enfoque estratégico que garantiza el desarrollo del equipo sin causar interrupciones significativas de la productividad.
Si se opta por actividades breves y frecuentes, se aprovechan las pausas para comer y se incorpora la formación de equipos a los retos orientados a las tareas, las organizaciones pueden fomentar una dinámica de equipo sólida y, al mismo tiempo, cumplir los objetivos empresariales. Además, las actividades virtuales de creación de equipos, los retiros de equipo y las iniciativas dirigidas por los empleados añaden variedad y flexibilidad al proceso.
Mediante la medición del impacto y la recopilación de comentarios, las organizaciones pueden afinar sus esfuerzos de creación de equipos, garantizando que los empleados se sientan comprometidos, motivados y cohesionados mientras trabajan en pos de objetivos compartidos.
En última instancia, un enfoque de team building bien integrado contribuye a un entorno de trabajo positivo y mejora el rendimiento general del equipo.