¿Sabes qué es la presencia de liderazgo? ¿Debería importarte?
Popularmente, a aquel que tiene unos atributos personales, como la capacidad de atraer, alinear e inspirar, se suele decir que «es un líder nato», como si hubiera nacido con un talento especial.
¿Es un talento innato o se puede aprender a desarrollar y perfeccionar mediante una serie de habilidades?
Nos decantamos más por la segunda opción. Veamos, entonces, cómo.
Cómo aumentar tu presencia de liderazgo
1. Ocúpate de tu lenguaje corporal
El lenguaje corporal existe, y aunque difiere según una cultura u otra, es un elemento que hay que ocuparse.
Piensa en cómo te pones de pie, gesticulas, y te mueves.
Recuerda que tener una postura firme, pero tranquila, sin ceñir el rostro, y sin movimientos de un lado para el otro, demostrará confianza.
2. Comprométete con tus palabras
En cualquier mando de liderazgo es muy importante el «Walk your Talk».
Es un principio de coherencia, que muestra no solo que se cree en aquello que se dice, sino que además se defienden valores propios.
Cuando te comprometes con tus palabras, generas confianza y respeto por los demás.
3. Utiliza la palabra «porque»
El liderazgo implica asertividad, sinceridad y decisión.
Cómo hemos comentado antes, las palabras tienen mucha importancia. Cuando se utiliza la palabra «porque», la credibilidad aumenta exponencialmente.
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4. Piensa estratégicamente
El pensamiento táctico es necesario, pero el pensamiento estratégico te va a distinguir como líder.
Haz preguntas estratégicas. Pide soluciones junto a los obstáculos.
Los líderes con presencia no juzgan; los líderes con presencia, escuchan, observan, recopilan y evalúan la información.
5. Mostrar seriedad
La presencia de un líder requiere de unos comportamientos fundamentales. ¿Eres capaz de mantener la calma? ¿Muestras confianza? ¿Tienes el rostro sereno, aun en situaciones de presión?
Mostrar decoro ante la adversidad, permanecer fiel a los valores propios y de la organización y mantener siempre la integridad, son rasgos, habilidades, que pueden (y deben) adquirirse si se quiere tener una presencia de liderazgo.